001. Haber salido a dar una vuelta aquella noche de enero con mi amiga @_Sarsaparrilla y decir: “VAMOS A TRAERLE A ÉL MATÓ, BOLUDO!!!”.

002. Llorar 11 meses después, un viernes a las 10 am de ida a la Terminal de OVNIS, porque no podía creer que LE ESTÁBAMOS TRAYENDO A ÉL MATÓ BOLUDO!!!!!!!!!!


003. Que ese tengan un pequeño “retraso” de 6 horas.

004. Poder ir a finiquitar otros trámites de la fiesta como por ejemplo: “Pedir permiso en la comisaría”.

005. Haber “pedido permiso en la comisaría” y referirnos al evento como una simple: “pizzeada a beneficio de un familiar enfermo” (sick).


006. Que el primer fuckin micro de la Empresa Godoy que llegó, OTRA VEZ no fuera el de ellos.

007. Que el segundo fuckin micro de la 
Empresa Godoy que llegó, SÍ ya haya sido el de ellos.

008. Escuchar a Ale Almada(el manager) 
referirse al servicio de transporte, ni bien bajó del micro, 
como: “LO MENOS BOLUDO… LO-ME-NOS”.


009. No terminar de creer que los Él Mató por fin, 
después de 2 años, de nuevo estaban por acá.


010. Acomodarlos en la van que los iba a transportar y pedirle disculpas a Santi: “por todo…. POR TODO”.


011. Haber convertido mi auto en un sauna 
mientras hablábamos de políticas internacionales.


012. Ver a Chatrán llegar al hostel en medio de un evento re paqueto y decir: “Sho me tiro a la pileta… De una!”.


013. Que el hostel sea tan copado para hacer 
de todo ahí en este verano 2014 
que se viene con todo!!!!! (?).


014. Dejarlos viendo i.Sat mientras 
con un par de ellos nos fuimos a 
hacer sabés luego qué sabés luego dónde.


015. Que flasheen por cómo sonaban los temas 
de “Navidad de reserva” que tenía 
grabados en mi carro.


016. Volver y mirarlos divertirse en la pileta del hostel como si fueran unos muñequitos que pedí para Navidad, mientras me tomaba una Heineken.


017. Conocer de la verba de Ale el significado del término “piúshi” o “piúchi”.


018. Llevarlos de noche a comer lomitos en Sajonia.


019. De ahí a chupar a Roquero y que no les cope tener que pagar por esa GARCHA DE LUGAR.


020. Terminar con Ale, Chatrán, Niño Elefante, Lucas (el sonidista) y Doctora Muerte en la misma mesa de BritXnniX que hace 2 años atrás.


021. Conocer a Lucas Rossetto (el sonidista 
que sabe de todo, hasta si le preguntás 
cómo forma un equipo de la B).


022. Presenciar la conversación entre 
Chatrán y Ale sobre cómo fueron realmente 
los últimos días de Kurt Cobain.


023. Haber escuchado la teoría de que el universo hace algo cada 27 años que transforma tu energía en un nosequé.


024. Estar ahí cuando Chatráncomentó 
que no le gusta lo nuevo de Arcade Fire
porque: “es como que todo muy perfecto”.


025. Admitirle a Ale que él: 
es como mi abuelo de Argentina”.

026. Dormir en el mismo cuarto que mi banda preferida.


027. Escuchar roncar a toda mi banda preferida.


028. El mañanero de la mañana siguiente.


029. Ir y volver del Radio Club acarreando cosas.



030. Caer por el hostel y entrar a “la carpa de la felicidad”.

031. Que Ale me haya regalado las postales de los recitales anteriores.



032. Llevar a Doctora Muerte al shopping a comprarse unos palillos.

033. Que Chatrán tire la súper frase
antirockstar: “Bajemos las ventanishas
así no gastás tanto combustible…..”.


034. Reírnos como unos idiotas 
de un tipo en el sub-suelo 
que no sabía estacionar.


035. Hablar con Niño Elefante 
sobre mi otra banda 
preferida del momento: @bestiabebe.


036. Ir con Doctora Muerte, Niño Elefante, Chatrán y Ale a tomar helados de “el Doctorazo” y que me digan: “Gracias Tío Gabi…”.


037. Que Chatrán se haya dado cuenta que Alberto Rodas es igual al Indio Solari.


038. Que Ale suelte un: “Bien ahí Sui Shéneris”
mientras en mi radio sonaba 
“La fuga del paralótroco”.

039. Ser parte de una prueba de sonido del carajo.



040. Que mi amiga @_Sarsaparrillahaya alabado
 el trabajo de tod@ su crew 
con un: “Qué buen equipo La Kawabonga!”

041. Que antes de salir de mi casa, 
mi vieja me haya despedido 
con un dulce: “Andate al diablo entonces…”.


042. Que Santi me regale el dibujo original 
del afiche que hizo para esta fecha en Paraguay.



043. Que Ale putee porque fue y vino 4 veces 
y todos querían pizzas: “SHA!”.

044. Que el soundsystem de 
@DulceyDandy haya empalagado mis oídos 
con reggae & soul de los 60´s.


045. Que Chatrán me haya contado 
que antes de ser tecladista y 
coros de Él Mató
“hacía una booooooocha de empanadas”.


046. Encontrarme con @zenduishi y decirle: 
“Yo voy a venir a hablar contigo todas 
las veces que no tenga a nadie 
con quien hablar, no porque seas mi 
segunda opción sino 
porque sos mi primera opción”.


047. Escucharle a mi amigo @sergioloclash confesar que: “Todos los fines de semana se deberían de hacer fiestas así”.


048. Descubrir que cierto asistente de cierto brand 
manager de cierta marca de birra cree 
que está vendiendo la cura contra el sida.


049. Descubrir que cierto vocalista de cierta banda es igual a cierto personaje del Chavo que no es el Chavo.


050. Que mi amigo Kenjihaya pintado 
unas remeras alucinantes para el evento.



051. Que Chatrán haya visto la remera 
y se haya dado cuenta que en la foto original, 
su cara no estaba, pero que ahora sí.   


052. Que Santi me haya contado que le va 
a pedir a su viejo que le ayude a comprar 
una camioneta para poder girar 
por el continente con sus amigos 
del sello LAPTRA.



053. Delirar con los primeros acordes de “El magnetismo” y gritar: “WWWWWWWWWWWUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”


054. Corear con todo lo que había adentro de mi alma: “GRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIITOOOOOOOOOOOOS TOOOOOOODA LA NOOOOOOOOOOOOOOCHE. EEEEEEEEEEEEEL VECINOOOOOOO Y UN CUERPOOOOOOOOOOO”, cuando dispararon: “Mujeres bellas y fuertes”.


055. Acentuar nerviosamente la frase: 
“TU PELO RUBIO FLOTA EEEEEEEEN” 
durante: “El día del huracán”.


056. Que la gente espontáneamente haya convertido: “SHEEEEEENNYYYYYYYYYYY, ALGÚN DÍA SHEEEEEENYYYYYYY, TODO LO QUE VEEEEES, TODO LO QUE VEEEEEES SERÁ NUESTRO NEEENAAAAAAA” en un manifiesto barrabravístico (?).


057. Tomarme toda la birra del evento como si no hubiera un mañana.


058. Irme de mambo en el momento exacto en que Santi, declaraba a los 30 badulaques en la piecita de 3 x 3, durante “Navidad de los Santos”, que esa era “LA FIESTA QUE NOS PROMETIÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓ”.



059. No haberle dado ni 5 de bola a 
“Más o menos bien”, pero que después 
de esa noche se haya convertido 
en un himno para afrontar la vida cotidiana.

060. Reírme mucho cuando una mina que estaba bien al frente pedía a los pedos: “EL FUEGO QUE HEMOS CONSTRUIIIIIIIIIIIIIIIDOOOOOOO”.


061. Darle agua para que se las alcance a los perros del grupo.


062. Quedarme colgado esa parte 
en la que: “La cobra” repite: 
“QUIEEEERRO VIVIR CON VOS. 
QUIEEEEERO VIVIR CON VOS. 
QUIEEEEERO VIVIR CON VOS. 
QUIEEEEERO VIVIR CON VOS”.


063. Armarme de valor mientras la letra de “Terror”
rezaba como un mantra: 
“NOOOOOO TENGAS MIEEEEEEDOOOOO. 
NOOOOOO TENGAS MIEEEEEDOOOOO”.


064. Que un person me haya pedido que le invite birra por su vida.


065. No entender si los que: “Vienen bajando” son: “LAS MULTITUDES QUIETAS”. O “LAS MULTITUDES INQUIETAS”. #FAIL


066. Ver a un puto recrear la coreografía de esta letra como el personaje ese de Capusotto que representa con pantomimas todo lo que dice el tema.


067. No acordarme de qué pasó 
mientras sonaba toda la furia, 
la potencia y la distorsión de: 
“Navidad de reserva”.


068. Y tampoco de qué estaba haciendo 
yo cuando tocaron: “Dos galaxias”.


069. Disfrutar de masajes en las neuronas 
cuando Santi deseaba unas: 
“BUEEEEEEEEEEEEENAS NOCHES, EM BUEEEEEEEENAS NOOOOOOOOOOOOOOOCHES” 
en: “La cara en el asfalto”.


070. Darme cuenta como la turba iracunda 
se agolpaba frente a la tarima 
en los primeros acordes de: “Nuevos discos”.



071. Sentir toda la desesperación, la ansiedad y el estrés evaporarse de mi cuerpo cuando llega a esa parte que dice: “Chu chu chu chu chu chu rururú, chu chu chu chu chu chu rururú”.


072. Que Ale haya pillado que ese tema: es un hit en AsunZión.

073. Haberle regalado una birra a mi enemigo, 
que andaba por ahí.


074. Que la primera persona que me haya venido a la cabeza cuando preguntaban: “EY YONIIIIIII, DÓNDE ESTÁÁÁÁÁÁS? TE EXTRAÑAAMOOOOSSSS” en: “Yoni B” sea Jonathan Fabbro.


075. Que en: “Amigo Piedra”me haya quedado 
pensando en la palabra: 
“PENSAAAANDOOOO…….”.


076. Sacar mi teléfono y filmar el kilombo que desató el: “ESPERO QUE VUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEELVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS” de: “Chica rutera”.


077. Que después de una pausita hayan vuelto con: “Chica de oro”, uno de los tracks más incendiarios del último disco.


078. Sentir que: “TUVE MIEDO PERO YA 
SE FUE” y no poder ahorrar energías 
para declarar que: “AHORA ESTOY ARRIBA
DE MI CASA CON UN RIFLE” 
en: “Mi próximo movimiento”.


079. Capturar en un video inmortal el cierre donde lo único que importa es el: “PA PA PÁ, PAPA PARARARÁ. PA PA PÁ, PAPA PARARARÁ”.


080. Quedarme atrapado cuando fui a mear y ser rescatado por mi amigo @eldrigs.


081. Acordarme de todas las putas noches que 
me desperté y pensé en el tiempo perdido 
mientras: “El fuego que hemos construido” 
era un martillo golpeando mi cerebro.


082. Quemar todo mi bulbo cuando 
Doctora Muerte le daba duro a la bata 
en el comienzo de: 
“Terrorismo de la copa del mundo” 
y darme cuenta que era lo que siempre 
esperé sin saber que lo estaba esperando.


083. Destruirme la garganta afirmando que: “SIIIIIIIIIII VIEEEEEEEEEEENEEEEEEEEEEEEEN A BUSSSSSSSSSSSCAAAAAAAAAAAARMEEEEEEEEEEEEEE. EEEEEEEEESTOOOOOOOOOYYYYYYYYY DOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIDA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”.



084. Esos segundos de tensión en los que todos se abren de los instrumentos y el ambiente del concierto queda con cierto desconcierto.

085. Que Santi me haya pedido que 
comunique en el micrófono que: 
“LA FIESTA SIGUE EN EL HOSTEL”.


086. Confesarle a Pantro Puto: “Loco, parecías un leñador destrozando árboles con tu motosierra como le dabas a esa guitarra”.



087. Que me responda: 
“Seeeeee, un leñadoooorrrrr….. (!!!)”.


088. Que Chatrán me haya regalado el setlist 
con el dibujito muy loco que hizo Doctora 
Muerte, ni bien terminó el toque.



089. Que gente desconocida me abrace y me diga: “Gracias loco”, como si fuera que yo di ese tremendo show.


090. No poder creer que hicimos 
una: “pizzeada a beneficio de un familiar 
enfermo”, en la que en realidad trajimos 
a una banda que se llama 
ÉL MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO 
y que no nos haya caído la cana a coimear.


091. Preguntarle a Santicuando ya 
terminó todo: “¿Qué querés hacer? 
¿Te querés ir? ¿Te querés quedar?”
Y que me responda: 
“Vamos a la pile del hotel”.


092. Depositarlo en su destino y 
volver a secuestrar toda la birra 
que podía de la escena del crimen.


093. Insistirle a @orlandosalerno para que 
haga: “LA GRAN ALMOST FAMOUS”.


094. Que me retruque con un: “ESE ES UN CARETA!!!!!”.


095. Llegar al hostel y encontrarme afuera con el puto de las coreografías aquél, creyendo que en serio:“LA FIESTA SEGUÍA EN EL HOSTEL”. #EPICFAIL


096. Encontrar despierto a las 5 de la 
manhana a Pantro Puto y decirle: 
“Abajo hay un periodista que quiere 
hacerte una nota. Para que no digas 
después que te fuiste de Paraguay 
sin que te hagan una nota”.


097. Estar vivo para escuchar como 
@orlandosalerno trataba de preguntarle 
cosas sobre Jessico a un tipo que lo 
miraba con cara de: “WTF?” 
a las 5 y 05 de la manhana.


098. Haber terminado en la pileta con: 
@orlandosalerno y hablar de la
“farándula” twittera local.



099. Despertarme unas horas después y 
trasladar a Santi, Ale y otro que 
no recuerdo en mi auto a tomar el micro a Corrientes, 
en completo silencio al compás de: 
“El hombre con más camellos” 
de Los Chamos del Momento.

100. Recordar que en algún momento 
@_Sarsaparrilla explicaba el fenómeno 
como que: “Todo depende de juntarse 
con la gente correcta…”.
Luego de seis exitosas ediciones alternando en distintos locales céntricos, este sábado 21 de diciembre se llevará a cabo la gran despedida de fin de año de La Kawabonga, la fiesta que tiene como protagonistas a las pizzas de @sarsaparrilla y el reggae y soul de los años 60 de Dulce & Dandy Soundsystem.


Para esta edición especial de Navidad, se suma como atractivo principal la presentación, por segunda vez en nuestro país, de la banda indie rock argentina Él Mató A Un Policía Motorizado, quienes traerán toda la energía y la distorsión de su último disco La Dinastía Scorpio, y también los mejores temas de sus anteriores lanzamientos: Él mató a un policía motorizado, Navidad de reserva, Un millón de euros y Día de los muertos.


Además, como previa al plato fuerte de la noche, Ripe Banana Skins, una de las bandas más convocantes de Paraguay pisará el escenario para dejar su impronta de ska punk y hacer poguear a todos. La banda nacional tocará un setlist variado con los hits de sus dos trabajos titulados: Ripe Banana Skins y Oído Antena.


El concierto se realizará en el Radio Club Paraguayo (Humaitá 1.057 c/ Colón) desde las 22 horas. Y las anticipadas están a la venta en Radio Bemba Peluquería a 35 mil guaraníes. Con el plus de que los primeros compradores tienen pizza gratis. El día del show, las entradas en puerta tendrán un costo de 45 mil guaraníes.


El evento cuenta con el apoyo de Pilsen, Circo Hostel, Raio Bemba Peluquería y la cobertura del canal Hei Música.


Recuerdo que era una mañana del año 2008 y llegué a la oficina. Y que desde aquel momento le rompí las bolas a todas las personas que conozco (o ni hacía falta que las conociera), con el nombre de una banda ¿impronunciable? cuyas tapas de discos fueron plasmadas en dignos objetos de regalo en mis vidas pasadas. “¿Eh?. ¿Qué dice tu remera?. ¿Él?. ¿Mató? ¿A? ¿Un? ¿Policía? ¿Motorizado?. ¿Qué?. ¿Quién?. ¿A quién?… Chiau… ¿Qué lo que decís boludo?. ¿Con qué lo que vos te das?”.


Recuerdo que en aquellos días, la existencia de este testimonio vivo de que la música te puede dar una patada en la jeta, me llegó a través de la lista del ranking del mes de febrero de la extinta web FM Kabul 107.9, emisora que nunca tuve el placer de degustar, pero de la que me enamoré gracias a los separadores de la gente de la Revista NAH!. En el puesto 37 estaban ellos, con su alias inquebrantable en una oración de sujeto tácito, verbo  que viola el quinto mandamiento y un predicado que a la vez actúa de complemento indierecto, nada más y nada menos que para cobrarle todas las que nos deben a la yuta hija de puta.


Recuerdo que el tema se llamaba “Chica rutera”. Y desde que lo encontré en Taringa! supe lo que es volver a sentir que la sangre te corre por las venas. Muchos “amigos” “trues” les tiraban piedras como los mejores críticos de la New Musical Express que “son” y terminaron escuchando o reggaetón o la misma música “elaborada” de mierda de la que yo me terminé cansando. Pero todo bien, porque es parte del chiste que no todos lo entendamos.


Recuerdo que el EP se titulaba: “Un millón de euros” y no te daba un respiro. Las letras iban a toda puta. Parecía que el tipo comandaba un tren a velocidad descomunal y estaba buscando estallar como una supernova contra lo que se le pusiera en frente. No había un track que no se te pegara con la misma chiclosidad con la que obran las canciones de cancha, que cuando suenan las versiones originales vos las volvés a cantar como en la cancha. Se te metían en la piel. Era una mezcla de estar en el medio de un megakilombo pero ahí, quieto, sentado en una silla, sin hacer nada…..


Recuerdo que le di play más de unas cuantas muchas veces. Duraba 21 minutos nomás. Y me gustaba todo. Como cuando me regalaron “Nevermind” y después nunca más volví a ser el mismo. Solo que cuando eso ya no era el pibe “Kurcobéin” que se pajeaba en la secundaria. Había pasado hasta por dejarme arrastrar por la influencia de la cumbia villera y cada cosa que eso signifique. Tenía 21 años ya. Y como hacía mucho no me pasaba, descubrí el mundo en el que quería perderme a partir de entonces y del cual también ando perdido desde hace mucho tiempo.


Recuerdo que no me importaba qué estilo era (maldita necesidad de la raza humana de tener que taggear la vastedad del universo). Ni si los vagos eran quiénes. O como se vestían. O como se veían. Si bien son parte de la generación del youtube y de la cultura que está a un movimiento de dedo sobre el teclado, no me preocupé por fichar sus videos en ese momento. Lo que me calentaba era lo que decían. Y ni siquiera entender nada. Fue orgasmo a primera oída…..

001. La empanada de acelga que me clavé mientras estaba en la fila.



002. La Quilsen que me tomé después de la empanada.


003. La sensación de creer que al terminarla iba a #saberloquequería.


004. La frustración de que me vendieron publicidad engañosa.


005. No haber llevado cinto se irguió como uno de los puntos más álgidos de la noche, ya que pude volver a mi morada íntegro de prendas.


006. Verle a un man twitteando: “SÍ KRAJO AIRON MEIDEN EN PARAGUAY KRAJO KRAJO KRAJO!!!!!”.



007. Pescar a otro copypasteándole el mismo texto y queriéndolo superar intentanto adjuntar además la foto de una bandera patria que justito NO era movida por el viento.

008. Escucharle a alguien luego de destapar su Ourux Finux exclamar: Aaaaaaagggggghhhhhhhhrrrrrrrr…… Satanás es mi Pastooooouuuuuuurrrrr”.


009. La total falta de control de seguridad que me hizo pensar: “Mierda! Hubiera comprado unas cuantas latas más de esa porquería”.


010. Desear durante todo el largo camino de la entrada que: “Ojalá que no me quede sin aire y me tengan que sacar los bomberos en camilla (otra vez)” 🙁


011. Detenerme al pasar en la mirada un niño solitario, imberbe, inmóvil y sin ningún tipo de pelo en las axilas esperando a sus ídolos del metal con cara de asustado y de: “Mírenme! Estoy perdido entre las huestes del infierno!!!!!”.


012. Autofelicitarme cada vez que azotaba la ventisca porque: “Qué suerte que traje esta campera con capucha”. 🙂


013. Aferrarme a la pantalla gigante que fue todo lo que pude apreciar durante las más de 5 horas que me instalé en el Jockey.


014. Acordarme de que mi perro muerto se llamaba Jockey.


015. Bostezar mirando a Ghost.


016. Disfrutar cuando tocó Slayer: Lejos. Sentado en el pasto. Sin prestar atención.



017. El instante en el que dije: “Vamos a chupar una birra cuando el person pase exactamente por acá”. Y ahí mismo apareció gritando: “LECHE LECHE LECHEEEEE!!!!!!”.



018. Darme cuenta que no te descargaban toda la birra que contenía la botella si no le reclamabas al cuate vestido de rojo, que con este gesto era una especie de anti-Papá Noel.


019. Recordar: “Estaba bueno si qué Ghost. El disfraz del tipo aunque sea…..”.



020. El abrazo con mi ex ex amigo Felipón.


021. El consiguiente abrazo con mi amigo Mario, seguido de un: “Vamos si que traerle a Él Mató”.


022. Colocarme frente al home theater más grande del mundo y que me dé penita por todos los que en serio llevaban más de 35 años esperando por ese mágico día, y aún pagando su entrada, simplemente tenían que resignarse, igual que yo, a mirarlo por tv.


023. Empezó: Moonchild. Y me acordé que también tuve una perra que se llamaba Moonchild.

024. Imaginarme que el pogo a mi alrededor eran ventiladores gigantes que arrasaban con todas las masas de carne que se le ponían en frente.


025. El momento en el que razoné: “Qué boluuuuuuuuudooooo!. Me olvidé de mi inhalador (…)”.


026. Elogiar lo picha que le quedaba a Nicko “McBRIAN”” (SICK) su casaca albirroja con el numeral six six six.


027. Reflexionar: “Qué hecho mierda que está Dickinson. Pero qué buen traje que se trajo”.


028. Cagarme de risa cuando el vocalista se pasó la banderita de Mc Donald´s por el culo.


029. Rememorar que alguna vez parecía un chiste cuando los perros tiraban un: “SCREAAAAAAM FOR MEEEEEEE QUYQUYHÓ”.


030. Cantar solo “Kan ai plei guit maaaaaatneeeeees” por no saber otra parte de la letra.


031. Soltar un Wooooooooooooooooooooooooooooocuando iba a sonar: “The Prisoner”.


032. Viajar en el tiempo en mi memoria hasta el día en el que mi primo Gerardo me grababa: “2 minutes to midnight” en un cassette virgen.


033. La forma en la que ninguneé a: “Afraid to shoot strangers” por no conocer.



034. El tarareo del tararararararararararararararararárararararararararará”de todas las guitarras de: “The trooper” como si fuera que estaba viendo fútbol argentino rodeado de curepas.


035. La ida al carajo en el que me parecía el tema más emblemático de Maiden de todos los tiempos: “The number of the beast”.


036. La esquivada de mosh número 195, colocándome detrás de un remeri negri de lentes que no estaba ni ahí por empujarse con nadie, pero que si le jodían habilitaba una karateada al cuello sin mediar palabra.


  

037. Darme vuelta a mirar qué pasaba atrás, mientras se daban con todo al ritmo de otro hit de algún disco que nunca me prestaron llamado: “The phantom of the opera”.


038. Sentirme bien conmigo mismo por cazar el coro de: “Raaaaaan chu de geeeeeeeeelsssssssss, raaaaaaaaan foooooooorrrrrrrr youuuuuuurrrrrrrr laaaaaaaaaaaaivvvvvvvvvvvsssssssssssss”.


039. La asociación libre de ideas que me surgió entre el comienzo de: “Wasted years” y el: “Ey! Esa era la cortina de La sierra eléctrica que daba antes en la Rock and Pot”.



040. Cuando me agarraron del brazo, seguido de un: “Sssshhhhhh….. Callate un poco loco. Esta parte parece que es importante”. Y sonaron 10 minutos de: “Seventh son o a seventh son”.


041. La magistral manera en la que me pregunté: “Será que ha de estar caro ese súper pancho?”, cuando volvieron a hacerle a una música que yo no cazaba ni ahí, en este caso: “The Clairvoyant”.


042. Ahora siiiiiiiiiiii: Uno de los segmentos cumbres del espéctaculo, ese por el que había pagado los 165 mil del ticket a Campo y movido el culo hasta ahí: “FIIIIRRRRR OF THE DARRRRRRRKKKKK. FIIIIIR OF THE DAAAARRRRRKKKK!!!!!!!!!!”.

043. Calcular mentalmente que ni siquiera había pagado el ticket. Que me dieron uno de gentileza. Pero que estaba obligado a devolver el importe con especias (?).


044. El vago de ojos vermelhones que se pasaba tirando tierra, tratando de incidentarle a su oponente quien lo redujo algo así como 4 veces contadas, con la misma técnica de la agarrada y apriete de cuello.


045. Mientras Iron Maiden se explayaba desmenuzando: “Iron Maiden”, yo no podía dejar de mirar cómo seguía ligando el cuate de ojos vermelhones, a quien ahora, otros remeris negris trataban de auxiliar, pero que yo quería que muera nomás a ver si se dejaba de pelotudear con la mariconada de ensuciarnos con arena colorada.


046. ¡¡¡¡¡LE VI A EDDIE!!!!!. FOR REAL. No en la pantalla. Era un monstruo despellejado, cercenado a medio cuerpo. Llevaba algo en la mano izquierda que no alcancé a distinguir.



047. El headbanger pelilargui que tenía adelante terminó de atarse los cordones y ahí sí ya no me pidan que vuelva a describir nada de lo que pasaba en el escenario.


048. Al hacerse el silencio, aproveché correctamente para echarme un cloro.


049. A 19.523 personas se les había ocurrido lo mismo y me tuve que fumar una cola más densa que la del acceso principal.


050. Luego de sortear la posible inflamación de mi vejiga por soportar tanto alcohol en su interior, me introduje a la mítica escena de Trainspotting, pero en versión Disal.

051.  Autoobligarme a tocar con las manos desprotegidas la tapa de esa letrina del demonio, para poder continuar con mi vida.


052. Ser testigo de la estricta micromilésima de segundo en la que dos metaleros salían del mismo baño químico de 0,50 cms. x 0,50 cms.


053. Rascarme la cabeza fuertemente para olvidarme de la imagen de lo que pudieron estar haciendo adentro.


054. Retonar a mi posición original (frente a la pantalla o casi) para bancar todo lo que se venía.


055. Saludar en mi travesía a mi amigo Luigi La Muerte, que sorpresivamente estaba vestido de blanco xD


056. Al arrancar: “Aces high”, retroceder hasta la tierna época de mi infancia en la que este track ambientaba el tierno jueguito de computadora bautizado: Carmaggedon, en el que tiernamente debías atropellar ancianas para avanzar hacia los siguientes niveles.


057. Tratar de que todos los mega fans ultra súper true forever no posers que tenía en mi entorno no capten que solo pillaba la parte de: “TI IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIVIL (…)” y nada más, del coro de: “The evil that men do”.


058. No entender si el que lanzó un: “- Veo veo. – ¿Qué ves?. – Una remera. – ¿Qué remera?. – De Iron Maiden…….. (¿!?)” estaba burlándose de todos nosotros o what the fuck (?).



059. Agitar un poco (no mucho) la cabeza en: “Running free”. Pero por instinto nomás, para disimular, ya que tampoco la registraba un pomo.


060. Concluir que solo fui al concierto para escuchar “Always look on the bright side of life”.


061. Putearme ahí mismo por no haber visto NI UN FUCKING ROBOT !!!!!! 🙁



062. Tratar de descifrar hasta el final de la noche por qué coños los vendedores trataban de enchufarte cerveza vociferando: “IRON LECHE” y “SLECHER” (??).



063. El lomito árabe mixto que me comí después.


064. La Sprait que le siguió a ese lomito.


064. Sacarme todo tipo de partículas, polvo, escorias, hongos, pitufos y residuos de bosta de caballo de adentro de los championes.


065. Haberme encontrado con mucha gente de todo tipo a la que hace rato no veía: Gente muy buena onda. Gente de mierda. Y gente que no.

066. Inserte sus propios 600 momentos inolvidables de Iron Maiden en Paraguay de aquí en adelante xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxD





Oficialmente, llegó uno de los días más importantes del año en materia de lanzamientos discográficos, ya que una de las 3 bandas que nunca me voy a cansar de escuchar (las otras 2 quizás sean Nirvana y Él Mató A Un Policía Motorizado): MGMT hoy esparce su esperma sonora por el éter para tratar de fecundar adicción en tus oídos.

Mis amigos Andrew y Ben, dos ultra-archi-nerds que desde el 2008 a esta parte se hicieron masters jedi en el fino arte de dejarte la cabeza hecha verga si quieren, y si no, no importa porque de todas maneras no podés reaccionar ante soberbio despliegue de artificios, vuelven 5 años después de aquel “ti-ri-ru-ri-ru-ri-rí….. ti-ri-ru-ri-ru-ri-rí…..” tan endemoniadamente encantador de “Time to pretend” y traen 10 nuevos mp3 para sobrevivir a la empalagosa llegada de la funesta primavera (?).

Analizando detenidamente tema por tema, cualquier crítico real de discos podría tener apreciaciones más certeras acerca de la teoría y solfeo de la corchea sempiterna (?) de este nuevo trabajo del dúo connecticutiano. Pero como esto es un blog poco serio que maneja fuentes muy dudosas y el criterio de quien lo escribe es incierto, he aquí mis pareceres acerca de MGMT, el cd recién salido del laboratorio de MGMT.

01. Alien days:

En los primeros instantes, ya sentís que los jinetes del Apocalipsis vienen a devorar tu conciencia. Susurrándote pequeños mantras, tus sesos son engatusados por toda la eternidad. Lo que confirma que esta banda toda la vida se caracterizará por someter a que recojan tu cerebro con cucharita del piso del escenario donde quiera que los vayas a ver. Este inicio es música ideal para flotar en el vientre materno y pasar los últimos días del invierno en la trinchera de la mente, ya que se vienen tiempos donde vecinas se atormentan y es necesario que encontremos un escudo ante tanta polución de pobreza de contenido.

02. Cool song n°. 2:

Te teletransporta a una de esas novelas de Canal 9 que tienen algunas escenas en el desierto. Es una suerte de melodía de suspenso para adentrarte en terrenos llenos de oscuridad y telarañas emocionales y a través de esto, descubrir de qué estás hecho realmente. Los recitaditos que meten por la mitad son capaces de secuestrarte el alma, mientras una fauna espacial de soniditos se manifiestan por todas partes, creando un espectro auditivo que sería la envidia de una película porno con extraterrestres.


03. Mistery diseases:

Es una nave nodriza radioheadniana (??) aterrizando y aterrorizando todo a su paso. La bata constante se vuelve incisiva, marcando el paso de las tropas que desfilan en un cóctel de caramelos lisérgicos, mientras el resto de tu cuerpo no entiende lo que pasa y solo te dan ganas de apretarte las sienes y bailar como un loco sobre una paila en un precipicio (???).

04. Introspection:

Y si tenías ganas de irte al carajo en la sala de espera de alguna clínica por algún tratamiento denso de alguna enfermedad incurable, preparate a disfrutar de este espejismo pop al que trituran con arranques folk, un coro góspel, águilas sobrevolando el oeste y la voz sedada de Andrés, que seguro, una vez más, no está hablando de nada en concreto. Pero al menos se lo escucha convencido…..

05. Your life is a lie:

Si no es el tema del año le pega en el palo.  Ya que se trata de una de esas cachetadas que te dejan marcas para siempre, haciéndote dar cuenta de que todo lo que te rodea es solo falsedad, y que de nadie más que de vos depende estar contento o no con eso. Es experimentación al mango, en el que parece que dijeron: “Hagamos que cualquier ruido de mierda suene increíble!!!”.

06. A good sadness:

Fue fabricado para meter miedo. De entrada, parece como que unas pinzas te recorren las venas buscando senhales de vida. Te deja ido. No sabés bien como reaccionar ante tanta volatilidad. Es un baldazo de lluvia ácida, que tranquilamente ha de ser el tema que más te chupa la energía en sus conciertos.
07. Astro-mancy:

Parece un jeep arrasando la selva, mientras persigue a un lince que busca llegar al centro de la Tierra para ganar el juego de las escondidas (!). MGMT es una banda complicada y se regocija en este tipo de manifiestos, que de tan etéreos: te elevan a 150 kilómetros del piso y te desafían a que te bajes solari, aunque ni puedas dominar la gravedad ni tu propio peso. Al final, te deja atontado y adormecido.
08. I love you too, death:


Es lo que siempre quise decirle a La Muerte cuando le vea. Ambientaron todo el terreno como un velorio. Y a medida que avanza la letra, todo parece ser parte de un ritual para despedir a algún cacique vudú. En segundo plano, se percibe una hippeada galáctica que de a poco se apodera del ritmo y te mete ganas de encarar rumbo a la mierda, improvisando un trencito en la oficina, poniéndote la corbata en la frente y estirárselas del cuello a tus compañeros del banco. O mínimo, de armar un cacerolazo: lo que ocurra primero.
09. Plenty of girls in the sea:


Y por fin después de tanta densidad, se respira una buena onda. Ya que este disco puede ser uno de esos viajes de los que nunca se vuelve del todo. Así que empezar a despedirse con esta cancioncilla, a estas alturas, es cuanto menos: estratégico. Excepto por una sola cosa: Ambos siguen siendo los mismos hijos de puta a los que les confiaste todo tu ser en los 9 tracks anteriores y te terminan destruyendo la paz interior, agregándole tecladitos psicotrópicos que disparan chirriantes quejidos durante un largo rato.

10. An orphan of future:

Es la cereza que te termina por arrinconar, para que no vuelvas a osar dudar de que son la última gran reencarnación de los dioses del rock. Solo superados tal vez (o no tanto) en el último año por Tame Impala. De todas formas, este cierre redondea un paseo a caballo en cámara lenta por una ciudad gris en un día lluvioso, que nos llama a la reflexión (?????) de que escuchar MGMT puede ser una experiencia sufrida, pero que según el estado de ánimo de cada uno, a veces resultará gratificante, para recogijarse en la podredumbre personal. Algo así como tirarle limón a la herida, cosa que a veces está buenísima…..



El querido Óscar Pérez, popular músico y poeta folkloricotrónico de larga trayectoria en nuestra geografía, al frente de su trío de siempre que lo acompaña siempre, gentilmente nos llamó esta semana (por línea baja, desde uno de los últimos teléfonos a ficha de Antelco (?) que queda en AsunZión) y nos invitó a merendar a su casa, después de esquivar a sus perros rompebolas, galletitas Tippy y cocido, como verdaderos arrieros que se precian de tal, para comentarnos que: “tenía intenciones de hacernos partícipes de un hecho que conmovería a la ciudadanía toda”: el lanzamiento quincuagegegegegegegegegegegésimo de una obra maestra que nuevamente lleva su firma.





De esta manera, el artista nos presenta: “Óscar Pérez y su Alegre Fórmula 1”, un disco conceptual, que busca unir dos universos totalmente distintos, pero que en épocas tan carentes de contenido como la nuestra, en la que reinan el zapping, el randomismo y el cualquier-cosa-nomás-ya-traéme, pueden coexistir tranquilamente.

En esta nota, que fue lo que más o menos la producción de este blog pudo rescatar, porque del ladrido de sus canes no se entendía un coño, el compositor nos cuenta de dónde le vino la idea y cómo busca revolucionar el planeta Tierra con este descubrimiento.


1RC: “Buenas tardes Óscar, gracias por recibirnos en tu casa, es realmente un honor para nosotros que nos hayas invitado y estamos ansiosos por saber más sobre esto que ya nos anticipaste sobre tu nuevo material y queremos saber de dónde te vino la idea y cómo buscas revolucionar el planeta Tierra con este descubrimiento…”


OP: “ ¿¡ ¿¡ ¿¡ ¿¡ ¿¡ ¿¡ ¿¡ QQQQQQQQUUUUUUÉÉÉÉÉÉÉÉEÉÉÉ ?! ?! ?! ?! ?! ?! ?!”


1RC: “Decinos para qué nos llamaste…”


OP: “Esperá un poco, no se escucha una mierda.”


PLEEF: “Guau guau guau guau”.


OP: “Callensé pues ahí Perros Ladrando En El Fondo”.


PLEEF: “Buaaaa…. Buaaa…. Buaaaa……”.


OP: “Callensé les dije!!!. Yo mando acá!!!”.


PLEEF: “Ok”.


1RC: “Ahora sí. Contanos de qué se trata esto que te traés entre manos”.


OP: “Ah sí. Bueno, resulta que en los últimos tiempos me estaba sintiendo desganado. Cansado de contar nomás la guita. Hacer canciones como si fuera una fábrica de embutidos, sin amor, sin sabor, sin conservantes… no me llenaba más. Y me dije: A la puta, última vez que compro este choriqueso”.

1RC: “¿Y ahí fue donde te vino la inspiración?”


OP: “No, no, no. Eso vino 16 años después. Para que la creación se geste en tu mente, tenés que procesar mucho tiempo. Y después como si nada, aparece sola”.



1RC: “¿Cómo fue que surgió este trabajo entonces?. Andate al grano ya carajo. Hasta las 10 nomás hay mi colectivo…”.

OP: “El peor día de mi vida para mí son los domingos. Viste esa sensación de que al día siguiente es lunes? A mí me deprime desde el sábado a la noche luego ya. Entonces una vez haciendo la lista de compras de las cosas para el tallarín, un vecino puso María Escobar. Era demasiado temprano, pero por lo visto se le quedó en la cabeza de algún quinceaños del que se le habrá echado la noche anterior”.


1RC: “Heee. Y después??”.


OP: “Y en eso cayó un cuñado que es un hijo de puta. El hermano de mi señora. Siempre viene y atropella todo: usa mis shorts, pone fuerte mi equipo de sonido y agarra mi control remoto todo el día. Yo no le digo nada porque no me quiero pelear con la patrona. Pero me tiene los huevos por el piso”.


1RC: “Heee. Y después??”.


OP: “Y nada, esa vez entró, ni me saludó y ya puso nomás el Grand Prix de Checoslovenia y ahí mi cerebro dijo: TRUUUUUSSSSSSSSSHHHHHHHHHHHHHHH. Esa era la adrenalina que había estado buscando hacía 16 años. Pero como solo sé manejar caballos, no me iba a poder hacer competidor ni aficionado al rally siquiera, porque tampoco soy un pelotudo que se va a ir a perder su tiempo y llenarse de polvo en el autódromo ni al Chaco mucho menos. Pero algo tenía que hacer con eso. Algún tipo de homenaje o tributo o lo que puta sea”.


1RC: “Heee. Y después??”.


OP: “Y bueno, así nació ÓSCAR PÉREZ Y SU ALEGRE FÓRMULA UNO, una bandera a cuadros de emociones (??) que recorren las vueltas y vueltas que da la vida, hasta llegar a la pole position del corazón de tu amada”.



1RC: “Ah, mirá que loquito…”.

OP: “Sí”.


1RC: “¿Y despuééés?!?!?!”


OP: “Y nada, eso…..”.


1RC: “¿Cómo fue la experiencia de entrar al estudio?”.


OP: “Como yo no sé tocar ni mis órganos genitales, le llevé la idea de utilizar el folklore y encontrar un link con el automovilismo a mi amigo, el guitarrista Rudy Einstein. Pero él me decía que: “el 6×8 ya fue. Que la onda ahora era el E=mc²”. Yo no entendí qué carajo me quiso decir con eso y degeneré otra vez un buen tiempo”.


1RC: ¿Y cómo hiciste entonces?.


OP: “Como todos saben, con mi grupo estamos hartos de introducir sorpresas en el mercado nacional. Fuimos por ejemplo, los pioneros en grabar en formato disco laser y fuimos unos adelantados también en el registro fonográfico en el disco de empanada, gracias a los amigos del restaurant Don Pito. Entonces vos comés tranquilo y yo mientras te canto la polquita.


También fuimos el primer grupo que tocaba mientras hacía pipí al mismo tiempo, dándole la espalda al público. Después claro, vino Rosher Güoters y puso un muro para no verle. Y más tarde, Qué Hijo de Mil Yambay que fue más innovador y bueno, él ya no necesitó de un muro para no verle a su público.

Y por supuesto, de tan lejos que nos fuimos para lo que era nuestro tiempo, nos anticipamos y esquivamos también entrar en ese tipo de asquerosidades como las de Rammstein que te pueden traumar de por vida. Me recuerdo que después de ver aquel video en el programa <> de Jorge Puig Puig Puig, ya no pude volver a comer una bola de mandioca y huevo en toda mi vida”.



1RC: “No entendí un sorete, pero bueno… ¿Cómo estuviste tanto tiempo sin que se te ocurra absolutamente nada?”.

OP: “A mí por suerte me mantenía el Excelentísimo Señor Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Don Alfredo Stonerrs. Porque según él demasiado le gustaba mi programa que hace rato tengo en Radio Fernando de la Morgue. Y también por el éxito que tuve con el único tema que se conocía de mí hasta ahora, me pasaba un poco de platita el mismísimo Pablo Escobar, que compró todos los derechos para escuchar en la cama con su mina”.


1RC: “¿Cuáles son los tracks que más te volaron la peluca?”.


OP: “Me gustan 3:

 

Uno que le dedico a mis amigos de Kamioneta Records que no me quisieron grabar en su momento, “¿Perro quien te creés que sos Willy Schumacher?“. “La base de datos de virus ha sido actualizada“, una viñeta que no sé ni cómo ni por qué terminó quedando en el cd, pero que ya me llamó mi amigo dj Paul Van Helsing a contarme que le hizo un remix, que está pegando con todo en Transilvania y “La última Senna de Ayrton“, un reconocimiento póstumo a todos aquellos a quienes la muerte los agarra sentados”.


1RC: “¿Algo más que nos quieras contar antes de irnos a la concha de la lora?”.

OP: “Sí, estoy queriendo producir una película también. Se trata de unos carritos de súper que hablan y la historia transcurre en el estacionamiento. Ambos son manejados por dos criaturas de 13 y 14 años. El de 14 tiene una ventaja porque es más grande. Pero una rueda delantera de su carrito está atorada. El de 13 tiene todas las rueditas bien, pero es un año más inexperiente que su socio. Los carritos en sí, no tienen luego ganas de jugar a nada. Pero los otros como son chicos arman un kilombo ahí.  quiero que se llame. Voy a ver si le vendo a Disney ahora uno de estos días…..”.


Era de bien temprano en la mañana en una disquera de mala muerte, cuando a un operador de radio de medio tiempo contrataron sin pagarle horas extras para apretar (rec) y registrar la grabación de la joven promesa del “indie-folk asunceno”, quien armado simplemente con un ukelele y un bolígrafo BIC® en la otra mano, redimiría a las masas acústicas del eterno suplicio de la cachaca y el heavy metal.

La noche había sido dura. El cocido estaba rancio. El operador tenía acidez. Y el cantautor un humor insoportable, producto de estar pagando las consecuencias de haberle vendido su ano a las multinacionales a cambio de champagne, groupies y yerba Pajarito®, con el compromiso firmado de registrar sus obras maestras en un disco formato vinilo. Sin mucha sobriedad encima, llegó al estudio y pateó todo lo que había. Le dieron una guitarrita y a la media hora apenas hiló dos notas.

El operador se quería ir a la mierda. Sabía que una empanada de pollo complicaría su resaca, pero a la vez tenía fe de que le devuelva a la vida. Le dijo al ukelelero que toque un par de veces el único acorde que podía y lo loopeó infinitamente. Le pasó una letra ajena que el otro ni siquiera alcanzó leer por la contundente masa que se había dado el día antes de convertirse rockstar, y al final después de mucho intentarlo, tuvo que cantarla él mismo. Cuando vino el productor y preguntó si ya estaba todo, el man ya hacía media hora que lo había colgado en la web.

De esta manera, nace el proyecto más hot de la temporada.Una mezcla de temas random tocadas desde la fina óptica (?) de “1ROBOTCIEGO Y SU MÁGICO UKELELE”: Un disco que nunca verá la luz. O capaz que sí.
http://1robotciego.bandcamp.com/



El punk destroyer nacional está de fiesta con el estreno de un nuevo hit de 24 horas, esta vez de la mano de los croños de Los Parraleros: banda anarquista que pregona el chupar todo el día como si la cirrosis fuera un mito más, cual Aó-Aó.


Como si se tratara de una barra brava de un club de mierda, Capucho y Pulito gritan barrabasadas como que los gordos con tetas que trabajan en el banco, son los que tapan Mariscal López con sus bicicletas en hora pico y que si no te gusta volver a tragar al día siguiente de que te reventaste sos un puto. Mientras que de fondo, lo que hace el batero Carlitos no calienta luego (?).


En solo 2:46 sintetizan toda la rabia que pudo haber significado estar nomás como boludos tomando ñoño sin grabar durante 2 años o un poco más. No me acuerdo legalmente.


El tema nunca termina de irse al carajo porque de ahí proviene (??), con lo cual resultaría una experiencia no tan digna de compartir con tu vieja en el auto a la vuelta de la misa, por ejemplo.

Nunca sabremos realmente si este track llamado escuetamente “Vamos pues a chupar” es el nuevo comienzo de giras kilomberas de una sola fecha en el culo del mundo. O si se van a quedar nomás a carajearle a la despensera del barrio porque cierra a la siesta durante quién sabe cuántas décadas más.


Antes de merendar su café de porquería, escúchense esto y piensen dos veces si eso es lo que le quieren aplicar.


Dale play acá:

https://www.facebook.com/photo.php?v=10151521256686403

Descargalo acá:

http://infinitumrecords.com/kilombo/Los_Parraleros-Vamos_pues_a_chupar.mp3

Y hacete fan acá:

https://www.facebook.com/pages/Los-Parraleros/80743468694

Acá NO, porque este es otro grupo xD

https://www.facebook.com/parralenos?fref=ts


Lo nuevo de Die Antwoord tiene todo menos sangre. Ella es una minitah que camina descalza por el barrio y va en busca de su dealer que a la vez parece ser su novio pero resulta ser su amante. Hasta acá (casi) todo bien. El quid de la cuestión, ella es una nena de entre 4 y 7 años que vive en un orfanato.


Siempre con ganas de crear kilombo en tu cerebro, esta banda abanderada del movimiento zef (algo así como que todo lo que ves es cool pero porque es trash (?)), acaba de subir a youtube este video sin la típica vaselina de la calcomanía Parental Advisory” por lo que seguro será baneado en las próximas horas (o quizás no), pero por lo menos ya lo vimos unos cuantos más que 300 personas.


Contempladlo, analizadlo, regocijáos en él (?) y preparáos mortales para descargar el disco Donker Mag, que incluirá este track y saldrá recién en febrero del año que viene, pero todo bien porque por lo menos no todo el soundtrack de la época será la música brasilera de mierda del Carnaval.


Con todos ustedes: Cookie Thumper.


¡Y feliz merienda para todos!
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