Bitácora del capitán: Ya pasaron casi mil noches. Pero para mí aquella última vez es como si hubiese sido esta manhana. Los recuerdos se superponen y explotan con el mismo impacto que lo haría una orgía presidencial en el prime time de la televisión yanqui. Pero revivir ese fétido sudor, sentir esas ganas incontenibles de que un par de manos mecánicas te sostengan fuertemente la cabeza y con un sable láser le hagan un lindo peinadito a tu cerebro; y la sola tranquilidad de saber que ese kilombo que se almacenó día tras día en mi organismo por fin gozará de libertad, son las únicas razones que me mantienen con vida en esta isla demencial de cotidianeidad.
Hace quiénsabecuánto que no duermo bien. Me pica el culo. Juego con animales que inventé mirando estrellas. Anoche soñé que jugaba tiro al blanco contra unas tenistas rusas en un jacuzzi lleno de nhoquis con salsa blanca. Extranho a mi perro Fumaiki, que murió atropellado mientras perseguía un aguacate. Creo que el sol me está afectando. Puta madre, me hubiera comprado un kepi.
Hoy encontré un par de fotos de cuando era feliz y realmente lo sabía. También me perdí en el bosque a tararear cosas nuevas. Tengo rabia. Escribo solamente para descargarme, porque realmente entre esperar a que pase algo interesante en el cable o inventar 94 estrategias para sacarme los mocos, prefiero soplarme las manos, darme calor y cerrar los ojos para sonhar que vuelvo a estar ahí.
Haber sobrevivido a esa batalla entre público y escenario es hasta hoy impagable. Cada distorsión era épica. La energía que agitaba esa línea de fuego se fuga ahora de mi memoria para manifiestarse como tensión en mis músculos. Mis vecinos me miran raro. Que caguen flautas. Vaya todo a la puta. Hay cosas en este mundo que realmente me pueden. Que sean muchas o pocas es irrelevante. Pero quiero abrazar a una llama de tanta felicidad. Dicen que la tercera es la vencida, ojalá que nunca, JAMÁS sea la última…… 
 
 
 
 
 
 
 
Buenasss!. Así arranca otro braille sonoro, esta vez para picotear Oído Antena, el segundo LP de la banana más famosa del mundo (después de la de Warhol). Sin presagiar conclusión definitiva alguna: todo el equipo de redactores altamente capacitados de este cuchitril (11 monos amaestrados y yo) nos arriesgamos a afirmar que nos encontramos ante EL DISCO MÁS KILOMBERO QUE PARIÓ EL 2011.
Porque además de haberse colgado gratis para bajarlo hasta si se quiere de un pelotazo o arrojándole mangos, estamos ante una verdadera fiesta, en serio. De esas en las que corríamos como desquiciados cuando éramos unos microbios. Y en las que solo nos paraban para “cantar cumpleanhos”, salir en la foto, comer la torta y acto seguido retomábamos nuestro objetivo de no abandonar el lugar sin haberlo hecho trizas por completo.
Por esto y más, hoy les mastico 3 veces antes de que digieran lo nuevo de Ripe Banana Skins y después me dicen si sí o si no. Ahí los vidrios……
01. Onda disco: El disco arranca bien payasexco, con buena onda, juguetón. Insuflando en cada nota propiedades mentales terapéuticas cual Vick vaporub para el pechito. Retrocediendo nunca, rindiéndose jamás, los vocalistas se erigen de entrada como la reencarnación de dos apóstoles random de una Biblia en la que Jesús tiene rastas. ¿Robot o mierda?.
02. Chismes: El fantasma del karma que sobrevuela tu vecindario, lleva en forma de cuchicheos combativos un ska un tanto light pero hilarante, para que todos dejemos de ver la paja en el ojo ajeno, manga de degenerad@s!.
03. Dulsong: El tema ideal para cavarse un hoyo en algún barrio careta de Asunzión ante la atenta mirada de un cuidador y salir en el medio de una peña en California. Un saxo ultra bien metido en el momento en el que hubiera pegado que suene y el tonito de Pato Lucas con el que AndyRipe parafrasea a Robert Nesta, te envuelven en una brisa playera del carajo para alegría de tu proceso sináptico.
04. Oído antena: El videoclip podría tratarse sobre un chevy tuneado con un millón de tachas y peinado punk pelirrojo, que se pasea por las calles arrojando molotovs sobre las distintas embajadas y casas de diplomáticos. ¿No?. Bueno. ¿Y qué tal si es un………
05. Surfer clash: Este track parece sacado de algún comercial de Bubbaloo. Su ritmo pegadizo te incita a tirarte al piso a pirarte unas piruetas. Por su parte, una frase del coro da la impresión de querer encamarse con “Pasajera en trance” de Charly. ¿Con un faso en la mano me siento mejor?.
06. Alta gracia (valijas llenas): El chiste “un cartero buscando evitar la fatiga” es la metáfora mejor lograda del año. Te lo digo yo que soy MIPÍTO. De repente hasta resulta un poco (un poquitito) innecesaria la inclusión de la voz del frontman de Pipa, peeero! la cadena de colaboraciones se entiende al saber que se trata de dos hermanas bandas.
07. Aburrido de amarte: Se muestra como un flechazo en la nuca al adolescente loser que TODOS llevamos dentro. Es decir, le habla a ese man que sabe que está A PUNTO de lograr un hit en la vida real, pero que sabe que no le está surgiendo del todo. Da como para ponerse a pensar……
08. Payaso: La motosierra del hardcore se apodera nuevamente de las pistas nada más que para delinquir. Al parecer la onda es hacerle marcar a alguno de los tantos boludos de esos que salen en la tele y después te lo encontrás con la cabeza agachada por ahí. Súper cargado de adrenalina, es perfecto para perderse en bicicleta en un bosque lleno de eucaliptos.
09. Mambo: La hippeada cobra vitalidad con una letra que corea el título todo el tiempo y que te cuelga un buen flash. Frases fresh tipo “hay gente a la que le quiero dar”, aportan un quiebre y un respiro ante tanto juego de palabra. Sobre el final, pinta que alguien estuvo divirtiéndose últimamente con el Guitar Hero(in).
10. Que te pise un tranvía: Ponele que se lo mostrás a tu viejo y unos años después te lo saca en un asado familiar convirtiéndose en el ídolo, robándose todos los aplausos y siendo convidado de las manijas más grandes de birra. Vos, vas a quedar un poroto dentro de esa escena. Pero seguro que te ponés feliz por él……
11. Palpitaciones: Emerge como uno de los hijos del divorcio entre “Revoloteando”de Árbol y “Vámonos” de Café Tacvba. Y vaya uno a saber lo qué significa eso… (?)
12. Poco más: Si lo describiera un director independiente, diría algo así como: Imágenes superpuestas de una calesita, una hamaca, una pendiente, un semáforo en verde, un coito que está por acabar, una gota de sudor a punto de tocar el suelo y un primerísimo primer plano de una actriz rubia abriendo sus ojos color zafiro. Mientras que si lo describiera un chanta, no haría falta que yo lo ponga acá en palabras, total a ellos nadie les cree nada (???).
13. Revoluciones de colores: Ya cerrando el material, la fila del carnaval carioca comienza a saltar eufórica destruyendo cualquier orden preestablecido. Al tiempo que una pinturita auditiva mete mucho mensaje positivo, claro y contundente: #REVOLUCIONESDECOLORESYUNPOQUITOMÁSDEAMOR para que llegues hasta (por lo menos fin de anho) con las alkalinas rebosando de energía en tu cráneo.
En esta vida, todo es una lucha sangrienta. Desde las películas hasta la estaca que se clavó el vecino de atrás en el ojo del policía que andaba de visita por el barrio, la supervivencia ha ido mostrándonos que no hace falta contextualizarnos dentro de la ficción, para que una batalla nos arrastre dentro de su ombligo y nos pasee por sitios donde nunca quisimos estar. 
Lo mismo, le pasa a mucha gente con los LUNES. Jornada condenada a sufrir el desprecio de la humanidad por ser la que dictamina que las cosas que dejamos atrás deben ser retomadas y hasta incluso dotadas de nuestro mayor esmero.
Por eso, hoy acá se aniquila, se finiquita, se pulveriza, se cuaja y se escupe a este día tan odiado por todos, pero AMADO por los que hacemos este blog (o sea mis Tortugas Ninjas y yo) desde hoy y porque sí, con media decena de consejos útiles para terminar la noche con entretenidas y didácticas actividades, antes de que partamos a alguien en un trillón de pedazos (?):
PASO PARA MATAR AL LUNES #01: SEPARÁ TODAS LAS LLAVES DEL MANOJO Y ARROJALAS DANDO VUELTAS EN CÍRCULOS.
PASO PARA MATAR AL LUNES #02: LLAMÁ A ALGÚN AMIGO QUE HABLE EN OTRO IDIOMA Y PEDILE QUE TE TRADUZCA LA PALABRA “ZIG-ZAG”. (Repetir el proceso la mayor cantidad de veces que sea posible).

PASO PARA MATAR AL LUNES #03: TWITTEATE UN TATTOO O TATUATE UN TWITT. (Evaluá qué te conviene hacer primero).

PASO PARA MATAR AL LUNES #04: PENSATE 15 NOMBRES INGENIOSOS PARA PORNOS QUE NI VOS NI TU VIEJA VERÍAN (??).

PASO PARA MATAR AL LUNES #05: AMAESTRÁ UN MONO PARA QUE TE DIGA EN PERFECTO CASTELLANO “POR FAVOR GERTRUDIS, ¿ME ALCANZÁS LOS CANELONES DE ZUCCHINI?”.

Primero que nada: Mozo! Yo quiero lo que los directores de estos clips toman… mezcladito
con toddy, eh?
. Y es que ya se dijo que la historia nos juzgará por nuestros actos pero también por nuestras omisiones. O sea: Macho, si solamente te va a salir una puta
vez algo realmente bueno en tu vida, no lo desaproveches y seguí haciéndolo
hasta el día en que ya no lo hagas, o directamente no hagas nada. Esto me lo
dijo una vez un sabio hombre de la montanha que acto seguido se pegó un tiro, así
que no me tocó otra que creerle.

El consejo puede aplicarse en este caso a los caminos disgregados y hasta hace días orientados a la más absoluta perdición del ser de los ex hermanastros de
la codicia y el despelote que supieron ser Dante y Emmanuel en los 90´s. Ya que en su estado más puro de tocar fondo, se encontraban exponiéndose ante la humanidad entera como los dos más grandes candidatos al trono
de la whatafuckeada del milenio (compitiendo por supuesto con otras tantas
bizzarreadas que pululan por los aires).  
Todo bien con sus ondas, con sus estilos, con
sus delirios de crews y ghettos o definiciones satíricas de la modernidad, pero
dejémonos de joder loco. El otro día, me quedé más pasmado que el Tano Pasman
(qué mal chiste) cuando mientras me peinaba para irme al labuRRo, veo que pasan
en Xtv este par de videos que aparte de causarme alergia al talco antialérgico,
me hizo reflexionar sobre la posibilidad de unir partes de ambos y vendérselo como
publicidad a algún frasco para guardar moscas o algo así.
Por gracia de Dior, decí que vuelven a juntarse dentro de poco, porque se estaban divagando cualquiera nomás ya. Sacad vuestras propias conclusiones:

Y ese era el man, un flaco vestido de cuervo, criticándonos porque hace rato no hacemos el amor. Sobre el jadeo más extremadamente orgásmico de su guitarra masturbada toda la noche para regalar sonidos imposibles, al tiempo que hablaba de 5 millones de divagues por hora, Carlitos Rodríguez, el ¡M A E S T R O! BOOM BOOM KID se despedía de un público estupefacto a quien sedujo a puro pulso adrenalínico en un auditorio de AsunZión durante quién sabe cuánto tiempo, una hora? dos? con todos los hits de su mente el finde pasado.
Haciéndonos comer de su mano, el rockabilly también inquietó los cuerpos de los fanáticos más heavys, quienes en todo tiempo presagiaban paranoicamente un inmediato despido y asomaban a bailar y a estar lo más en contacto posible con su ídolo juvenil, que en plano íntimo e interactivo develó una faceta atípica de su repertorio (por lo menos yo esperaba más temas de su “FRISBEE”, pero parece que lo tiró por ahí y no se lo devolvieron, andá a saber), comportándose como una verdadera reencarnación de algún príncipe del punk: armando kilombo y sudando melancolía pero a la vez vibrando hasta los tuétanos por lo que los riffs y la distorsión provocan al mezclarse.
Muchos -acaso demasiados- cóvers, una pila de temas de discos anteriores y algún que otro nuevito para que el alma nos volviera al cuerpo como un renovador banho de energía, mientras el tipo hacía un show bastante sartén por el mango: paseándose entre la gente, yéndose a la mierda, dándole rienda suelta a la locura de sacarle hasta las más retorcidas desafinaciones a su viola violada y la jornada se iba redondeando. Pero en el sombrerito que le cubrían las rastas seguían habiendo joyas, algunas de ellas, piezas muy oscuras de anhos en los que ni te pusiste jamás a pensar si pasaba o no algo. 
Con el correr de los primeros destellos de rock que sus ayuda-memorias le dictaban, todos nos fuimos achicando y uno a uno, nos metimos en cualquiera de sus bolsillos, para constatar la humildad de este ¿crooner? sudaca, que encima de que vino a tocar G R A T I S, entre baladas, atisbos de anarquía y alguna que otra anécdota simpática nos ponía una joda gigante en la cara que por momentos, si quería, la transformaba en una de esas confesiones histriónicas de bar y estaba todo bien.
De decoración minimalista, el escenario del teatro lucía impecable con un fantasmita que sostenía una calabaza helloweeniana que le harían de dúo y trío silenciosos, respectivamente, mientras él se desacomodaba en una butaquita y comenzaba a despellejar algo así como más de 2 décadas de carrera, militando ni en el under ni en el mainstream, sino haciendo su propio mambo, como manifiesta en todas las entrevistas e incluso en el libro editado hace poco, que ya que estuve por allí me traje para casa, titulado: “Mi pequeñia colección de funzinez”.
 
Una horita y pico de fila, muchas expectativas acumuladas de un tiempo a esta parte, companhía perfecta para la ocasión, caras conocidas y otras no tanto llenamos el lugar de smells like teen spirit, esperando convulsionar en llamas al terminar. Se sabía que el agite no se iba a hacer esperar solo porque el lugar estaba lleno de sillas. Aunque en todo caso, farrear sentado suele ser una alternativa copada, siempre y cuando, las venitas de la cabeza pogueen como hijas de puta. Pintaba un lindo sábado……


Todos creyeron que fue la porno más aburrida de la historia. Pero en los pasillos de las mueblerías, algo repugnaba a los roperos más puritanos. Contrariamente, en los semáforos, los vendedores de dvds truchos hacían su agosto, diciembre y octubre del anho próximo. Mientras todos estábamos trabajando fuera de casa, la ciudad veía cómo de manera silenciosa y clandestina: modulares, repisas y puffs se acercaban a las esquinas a preguntar a cuánto estaba algún juego de playstation, pero terminaban llevándose algún que otro cd de reggaetón con los 150.000 hits del momento para hacer bailar a la empleada y para ellos “Meteme tu cajón – Parte 4”, una película de bajo presupuesto cuyas escenas sádicas de ¿maderofilia? conmocionaron a pequenhos arbustos que recién estaban descubriendo su sexualidad. Y es que las toneladas de aserrín que encontraron al día siguiente en el set de filmación, indicaron que el rodaje fue de épicas proporciones.

Por un millón de razones esa noche explotaba AsunZión. Había clima de caos. Las cabezas estaban sedientas. Y en el clima del rock se presagiaba un nuevo hito para los estándares de “diversión” que se manejan por estas latitudes. El primer tren de Sudamérica fue tomado por viejos espíritus de maquinistas desquiciados quienes lo pasearon sobre nuestros cuerpos, camuflayados como una bandita de tan solo ¡27 ANHOS! que llegó para someter a una sesión psiquiátrica al borde del vértigo a la partida de muchos grupos de amigos que fuimos a verlos el sábado pasado al Ferrocarril.
Fieles al mismísimo fútbol uruguayo, los del cuarteto de 5 no vinieron a especular con el resultado. Desde que asomaron, el público los recibió como si acaso fueran profetas contemporáneos del humor más universal que existe, o ingenieros musicales lo suficientemente geniales como para no aburrirnos jamás en la puta vida.
De repente, todo flotaba. Ya sea porque no te sacabas las ganas de estar caminando en el aire o directamente porque el recinto era una nave espacial y esos manes traían mensajes intergalácticos. Como quiera que sea, la hipnosis te hacía repetir cada estrofa a gritos, incluso sin saber demasiado de qué hablabas, mientras el mundo entero se agitaba hasta tocar el cielo con el dedo índice erguido tan intensamente como el menhique.
A los 3 temas, hubiera pagado porque ya dejaran de tocar. El setlist estaba craneado para derretirte de sudor. La bipolaridad se entrelazó con la rareza y temas viejos que nadie cazaba pero que no desentonaron con la juerga que se armó sobre los rieles de la Estación. Surgió tanta buena onda que parecías estar en una montanha rusa que sólo iba hacia arriba hasta que recién cuando te olvidabas de todo caías al tiempo que el líder Musso definía tu personalidad, tu futuro y un método catártico para que también bajaran tus niveles de rabia con la vida.
Promediando el descontrol, ya con headbangueadas, poguito y saltos aislados apoyados en el hombro de alguna minita con aguante, alguien desde atrás gritó: “Laaaaadroooooneeeeesssss!!!!!!!!!!”. Y tenía razón, nos estaban robando la mala vibra a cara descubierta y de manera indiscriminada, con cada título que califica al menos en un 90% como megahit. De esta manera, se hacía oficial como no pasaba hace tiempo, que un grupo de por acá nomás sodomizara auditivamente a un público tan ecléctico como el que me crucé ese día.
La actitud punk de sufrir golpes, dar empujones, friccionarnos contra el prójimo, la no necesidad de caretear y revolear la silla de ruedas con el renguito al viento sin ningún tipo de culpas, es algo que ¡POR GRACIA DEL CREADOR! el VIP no puede comprar. Y la sensación de terminar el concierto totalmente mojado y con la incapacidad de emitir sonido alguno durante unos diecisiete minutos, está en el TOP 3 DE COSAS QUE NO VOY A OLVIDAR NUNCA.
Gracias Roberto, a los Santiagos, Álvaro y Gustavo. Me hallé (estado de regocijo) =)
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